El balance de vitorias/derrotas entre ambos era aplastante a favor del suizo: 12 partidos jugados, 12 victorias para Roger. En sets: 28 para Federer, 4 para Davydenko. En tie-breaks: 5-1 para el de Basilea. Vamos, que había un claro favorito.
Pero al final, saltó la "sorpresa" y me alegro porque ha ganado el "jugador sin carisma" al jugador "mediático". Ha ganado el jugador "gris" al jugador "elegante". Ha ganado el jugador "sin contratos publicitarios" al jugador "Nike-Rolex-Gillette...". Y me quedo con la forma sobria, sencilla y sin aspavientos con la que ha celebrado la victoria. A la decimotercera ha sido la vencida y por fin ha logrado ganar al nº1, así que tenía motivos para gritar, tirarse al suelo o hacer lo que quisiera, pero simplemente ha esbozado una leve sonrisa, ha dado la mano a su rival y se ha sentado en su silla.
Federer es mucho más que un tenista, mientras que el ruso sólo es un tenista. Pues bien, hoy ha ganado el tenista.

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