jueves, 30 de septiembre de 2010

Al que comente este post le traigo un regalito de Londres

La semana que viene me voy a Londres y se me acaba de ocurrir una tontería de las mías... en el siguiente post que escriba, a la vuelta del viaje, publicaré las fotos que me solicitéis estos días a través de vuestros comentarios (os doy de plazo hasta el lunes 4 de octubre). Por ejemplo, si Pat me pide una foto del Big Ben, así lo haré; o quizás Dmitry me pida una foto de alguna tienda en concreto de Oxford Street o de una pelirroja pecosa paseando por Trafalgar Square. No lo sé, cualquier cosa que se os ocurra; a mí seguro que me divierte.

Serán los regalitos que os traiga de Londres; intentaré complaceros a todos.

Good bye!

PD: todas las peticiones deberán ir acompañadas de un nombre o mote, es decir, no me valen anónimos.

martes, 14 de septiembre de 2010

Mitos y retos

Ayer vi un documental sobre la carrera deportiva de Michael Jordan en el que sus espectaculares jugadas no fueron lo que más llamaron mi atención. En esta ocasión me fascinó el dilema que se le planteó al bueno de Michael cuando se encontraba en la cima de su carrera; acababa de ganar su tercer anillo como campeón de la NBA y representaba al mayor icono de la historia del deporte mundial. Pero precisamente era eso lo que le atormentaba; ¿qué retos le quedaban?

Al acabar la temporada en 1993, tuvo una conversación con su padre y le contó que se estaba planteando retirarse del baloncesto porque sentía que ya no tenía retos que afrontar. Su padre en todo momento le apoyó y no quiso convencerle de lo contrario; un mes más tarde, el asesinato de su padre terminó por acelerar los acontecimientos y el 6 de octubre de 1993 anunció su retirada. Su próximo reto sería jugar como profesional en un equipo de béisbol; en cierto modo quería reencontrarse con su padre, ya que de crío siempre practicaba este deporte con él.

Antes de retirarse, también charló con su entrenador, Phil Jackson, y le contó que ya no se divertía jugando a baloncesto porque ya no le quedaban desafíos; incluso le aseguró que si él era capaz de plantearle un nuevo reto, seguiría jugando. Ambos se dieron cuenta entre lágrimas que ya no quedaban retos para el mejor deportista de todos los tiempos. Michael era consciente de que necesitaba ese aliciente para seguir al máximo, y si sentía que le faltaba ese "hambre por ganar" no tenía sentido continuar.

Tras su discreto paso por el béisbol, anunció que volvía al baloncesto en marzo de 1995. Llegó con la temporada ya en curso y en esta ocasión no pudo ganar el anillo de campeón; ya tenía su reto, como así se lo hizo saber Phil Jackson. Ese verano trabajó como nunca y en la temporada siguiente arrasó, llegando a un nivel aún más alto que el demostrado antes de su retirada. El resto ya es historia: 3 anillos más y la confirmación de que Michael Jordan es el mayor mito deportivo de la historia.

Ayer un manacorí de 24 años consiguió entrar en el mundo de los mitos deportivos al convertirse en el tenista más joven en conseguir ganar los 4 grandes (Grand Slam), algo que, como él ha manifestado, no se lo imaginaba ni en sus mejores sueños. Estamos sin ninguna duda ante un deportista excepcional en el que, además de sus evidentes cualidades deportivas, caben destacar otras virtudes como su humildad y capacidad de sacrificio y superación. Precisamente, es esto último lo que diferencia a los grandes deportistas de los mitos.

Al igual que Michael Jordan, Rafa Nadal afronta como pocos los retos que se le plantean y este año lo ha demostrado con creces. El año 2009 fue duro para Rafa debido a sus continuas lesiones y a algún problema familiar; todo ello le hizo dudar de su capacidad y más de uno llegó a pensar que ya no sería el mismo. Es entonces cuando aparece la grandeza de un mito y, al igual que Jordan, regresa a un nivel aún más alto que el de sus mejores tiempos. Y es que, no nos olvidemos, este año Nadal ha ganado Roland Garros, Wimbledon y Open USA. Michael Jordan regresó batiendo el record de victorias en temporada regular (72 victorias)... no sé, algo me da que este tipo de bestias deportivas se alimentan de desafíos y retos para continuar con su aplastante hegemonía.

Una vez leí que Jordan en los partidos se imaginaba que su rival le insultaba para motivarse y poder "picarse" con él, en el sentido deportivo de la palabra, y así meterle canasta tras canasta... si no, había muchos partidos en los que su superioridad le aburría. No creo que Nadal se aburra cuando tiene que ganar a Federer o Djokovic, más bien todo lo contrario, pero sí que me imagino que a partir de ahora tendrá que cuidar mucho su ya mítica fuerza mental, porque tener 24 años y haberlo ganado todo puede ser un arma de doble filo.

Espero que Rafa continúe encontrando sus propios retos y desafíos para que nos siga dando tantas alegrías. De todos modos estoy tranquilo, ya que estoy seguro que gracias a su entorno familiar e inteligencia lo conseguirá sin problemas.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Sin sostén

Cuando tenía 17 años solía escuchar el programa de radio "De 4 a 3" de Paco Pérez Bryan, el cual me servía para descubrir nuevos grupos de música; eran otros tiempos en los que estaba más o menos al día en lo que a música "pop-rock-indie-grunge-alternativa" se refería.

Hoy tengo 33 años y ya no estoy al día; me quedé en Pearl Jam, Soundgarden, Blur, Nirvana, The Pixies, Los Planetas, Nirvana, Pavement, Radiohead... Hace unas semanas me propuse ponerme otra vez al día, pero la labor es complicada. Ayer volví a ver la MTV tras muchos años sin saber de ella y pude ver a una especie de Eminem inglés con tatuajes en el cuello, pero con pinta de pardillo, haciendo una versión rapera del clásico tema de los INXS, "I need you tonight"; la verdad es que me dejó descolocado.

Es cierto que hoy en día disponemos de más herramientas para tal cometido ya que internet ayuda mucho. Lo primero que hice fue buscar en google una web especializada en el tipo de música a la que hago mención y me topé con "mondosonoro.com". No tengo ni idea si es la más recomendable, pero es lo único que tengo ahora mismo. Lo siguiente era buscar en sus listas de "lo+" para descubrir los grupos más representativos del panorama alternativo actual.

Hoy me he metido en el top10 de "lo+" nacional y he comenzado con el número 10 de la lista. Su nombre Lula, y el título de su disco "Sufre como yo". Acto seguido he abierto otra maravilla de herramienta, spotify, para buscar canciones de esta top10 de lo más alternativo del panorama nacional actual. Sirva como descripción de lo que he escuchado, un fragmento de la letra de su canción más popular, titulada "Sin sostén":

"Quiero ir sin sostén, camiseta y gallina en piel, y marcarse el pezón… a mí también se me ponen duros (...)
Y estoy pensando que me pareces tan raro, con tus cosas que no entiendo y tus silencios cuando te hablo sin sostén (...)
Cómo se me mueven, cómo se me mueven sin sostén, sin sostén, cómo se me mueven sin sostén (...)"

Como podéis imaginar, sigo desubicado... ¿alguien me puede ayudar?

sábado, 4 de septiembre de 2010

Hay cosas que nunca cambian

No le admiraba, más bien todo lo contrario, me caía extremadamente antipático, pero aún así formaba parte de los muchos recuerdos de mi infancia. Era el enemigo deportivo, el ciclista rebelde y maleducado, el arrogante al que deseabas verle derrotado, incluso humillado como en aquella contrarreloj de Luxemburgo... aún así no he podido evitar sentir un triste escalofrío cuando me he enterado de la desgraciada noticia: Laurent Fignon ha muerto esta semana a causa de esa jodida enfermedad. La misma que, hoy mismo me he enterado, padece Michael Douglas; lo cual me ha recordado que también el cáncer se llevó por delante a otro actor de mi infancia, Patrick Swayze.

Siento una tristeza especial cuando desaparecen símbolos de mi niñez, porque cuando eres niño tienes la sensación de que el tiempo no pasa, es más, te sientes inmortal. Quizás por ello, hoy necesitaba sentir que hay cosas que siguen igual pase lo que pase... y gracias al partido de baloncesto que he visto hoy, he podido comprobar que siguen existiendo esas cosas que nunca cambian, como lo es el hecho de que Juan Carlos Navarro sigue siendo un fuera de serie y la peor pesadilla de cualquier griego. Estoy seguro que Andrés Montes habrá disfrutado con su partidazo, allá donde esté, y probablemente haya exclamado su mítica frase: porque la vida puede ser maravillosa.