lunes, 27 de junio de 2011

Feliciano vs Kubot

Menudo partido está remontando Feliano López en los octavos de final de Wimbledon. He empezado a ver el partido cuando el español iba 2 sets abajo y, tras levantar 2 bolas de partido en el tie-break del tercer set, acaba de empatar a 2 sets en este mismo instante.

Veremos cómo termina esto...

lunes, 20 de junio de 2011

Matar moscas a cañonazos

La castiza expresión a la que me refiero en el título siempre me ha llamado la atención. El otro día creo que hice algo parecido, aunque no estoy seguro...espero que alguien me pueda sacar de dudas.

Hace un tiempo que quiero "plomar" mi raqueta, que no es otra cosa que añadir algún gramo de peso a la misma para ganar estabilidad. El problema es que resultó imposible comprar el dichoso plomo en ninguna tienda de Pamplona, por lo que tuve que recurrir a internet. Cuando por fin localicé mi codiciado producto en una web especializada en tenis, me sugió un nuevo problema: la tira de plomo valía 4 euros y el importe mínimo de un pedido tenía que superar los 30 euros. No me hacían falta ni zapatillas, ni polos, ni cordajes, ni grips, ni muñequeras... así que opté por rellenar el dichoso pedido a base de pelotas. Al final me gasté 77 euros para una compra de 4 euros.

Creo que las imágenes son bastantes reveladoras:

- La tira de plomo al lado de un bote de pelotas para ver el contraste de los tamaños.



- Los 24 botes de pelotas que compré para rellenar el pedido, colocados en tres filas de 8 botes cada una, sobre una balda de una habitación de mi casa... qué contenta se va a poner mi mujer cuando llegue.



¿Creéis que esto es un ejemplo de matar moscas a cañonazos?

sábado, 18 de junio de 2011

Eliminado

Hoy he caído eliminado en la tercera ronda de un campeonato social de tenis. No he jugado bien, no he estado centrado, no he sabido adaptarme al viento que hacía... he sido un justo perdedor. Al acabar el partido le he dado la enhorabuena a mi contrincante y me he sentado en el banco, reflexionando un poco sobre lo que había pasado. En ese momento estaba triste, necesitaba desconectar del tenis durante una temporada. Tras levantarme del banco, me he acercado a los 6 ó 7 espectadores que me han venido a ver (mi mujer, mi padre y algún amigo). También me ha dado pena por ellos, porque el partido ha sido malo de solemnidad, pero bueno, la entrada era gratis.

El otro día atendí en la oficina a un cliente mayor, con problemas de riego que le impiden andar más de 5 minutos seguidos. Parecía un buen hombre, aunque un pelín machista ya que apenas le dejaba hablar a su mujer. Ella solía tener razón en sus apreciaciones, pero él no paraba de corregirla y le mandaba callar continuamente; yo me mantenía al margen ante tal disputa. El hombre me comentaba que cuando salía a caminar, buscaba continuamente referencias para poder sentarse; una parada de autobús, un banco, cualquier lugar donde poder sentarse tras 5 minutos de fatiga extrema.

Tras el partido de hoy, me he quedado hablando con un amigo de este maravilloso mundo del tenis para domingueros. Él cayó eliminado ayer, así que sabía muy bien lo que yo sentía en esos momentos. Enseguida nos hemos venido arriba y sé que pronto volveremos a dar guerra; quedan muchos retos por afrontar.

En casa, he comido con mi mujer y me ha comentado lo maravillada que se ha quedado viendo el gran grupo de amigos que hemos creado alrededor del tenis; siempre apoyándonos en las derrotas y felicitándonos en la victorias, yendo a ver el partido importante del amigo, enfrentándonos entre nosotros, intercambiando nuestras chapas tenísiticas... en definitiva, disfrutando como niños, cosa difícil de conseguir en los tiempos que corren hoy en día.

Tras el partido, después de hablar con el amigo sobre nuestros futuros retos tenísticos, he cogido el coche para ir a comer a mi casa. En el trayecto, he visto gente conocida...el sábado por la mañana es un día propicio para ello. Por ahí andaban paseando una compañera de trabajo con su madre y sus dos hijas, el organizador del torneo del que hoy he caído eliminado (al que he saludado desde mi coche), una vecina que iba en su vehículo junto a sus dos hijos... y, casualidades de la vida, he visto caminando al entrañable señor machista que sólo puede andar 5 minutos seguidos.

El hombre llevaba una chaqueta naranja y yo estaba parado en el semáforo, ensimismado en mi derrota. El señor ha cruzado el paso de peatones muy despacio y nada más llegar al otro lado de la acera, a unos 10 metros, había una parada de autobús. El anciano, muy lentamente, se ha ido acercando a dicha parada y cuando ha alcanzado su objetivo, se ha sentado para descansar. Esa imagen me ha generado tristeza ya que el hombre estaba sentado sólo, agotado y se le veía tristón, pensando quizás en lo duro que es envejecer.

El semáforo se ha puesto en verde y en ese momento ya no estaba ensimismado en mi derrota. He pisado el acelerador y he olvidado que hoy he caído eliminado... eso ya no tenía ninguna importancia.

martes, 14 de junio de 2011

Dirk Nowitzki

Hoy no hablo de tenis, hoy hablo de baloncesto.

No soy fan de los Dallas Mavericks, aún así me he alegrado profundamente por el anillo de campeón de la NBA conseguido por esta franquicia. Creo que jugadores como Nowitzki, Kidd, Terry, Stojakovic y compañía, no merecían retirarse del baloncesto sin un triunfo de esta importancia. Este es un buen motivo para sentirse feliz por esta gran victoria; pero he de admitir que lo que más me ha llenado de satisfacción es ver cómo Lebron James ha vuelto a fracasar.

Pensar de esta forma puede convertirme en un mezquino, pero no me importa. Hacía tiempo que no sentía tal animadversión (me encanta esta palabra) ante ningún deportista; pero el chulesco James ha conseguido despertar en mí algo que jamás había experimentado...desear el mal ajeno (aunque sólo sea desde un punto de vista deportivo).

Hace 5 años, los buenos de Terry y Nowitzki tuvieron que sufrir en sus carnes una dura derrota en las finales de la NBA ante Miami Heat, los mismos ante los que se han vengado estos días. La travesía durante ese lustro ha sido dura para estos dos grandes jugadores, que tuvieron que aprender a competir contra sus rivales y contra los que les tildaron de perdedores. En aquella final al mejor de 7, ganaban por 2 partidos a 0 y en el tercero ganaban cómodamente en el descanso; finalmente se dejaron remontar ese tercer partido y acabaron perdiendo por 4 partidos a dos, con una exhibición de Wade, que acabó siendo el MVP de aquella final.

Este año tenían la oportunidad de vengarse ante los Heat, pero la misión parecía más complicada, ya que Nowitzki iba a tener que jugar todas la finales con una lesión en el dedo de su mano, y Wade contaba con la compañía de Lebron y Bosh, formando el Big Three más mediático de la historia del deporte. El fichaje de estas dos estrellas de la NBA dio mucho que hablar durante toda la temporada, siendo para muchos una forma de comprar el título...en cierto modo, era como haber juntado en su época a Bird y Magic en el mismo equipo. Esta operación le hizo ganarse a Miami muchos enemigos en EEUU y el resto del mundo; y no sólo por juntar a tanta estrella en un equipo, sino por el poco nivel humano de los tres, en particular de Lebron James.

En un de los partidos de las finales de este año, Nowitzki dio toda una exhibición con 38,5 grdos de fiebre para ganar el partido él solito en el último cuarto. Ante tan brillante actuación, se pudo ver a los angelitos Wade y Lebron mofándose del alemán en un entrenamiento posterior imitándole con la tos y gestos que se le vieron a Nowitzki durante el famoso encuentro. Estrellitas con Wade y Lebron, a mí no me dicen nada, sólo son dos egocéntricos y arrogantes jugadores de baloncesto, a los que gracias a su espectacular físico, no se les da nada mal jugar a este deporte; eso sí, inteligencia jugando, la justa. Se las prometían muy felices cuando se pusieron 2 partidos a 1, pero esta vez Terry y Nowitzki, los supervivientes de aquella final del 2006, pudieron acabar con sus demonios del pasado y vengarse ante el mismo enemigo, y de una forma parecida, remontando un serie que estaba cuesta arriba. Como he leído a Ramón Trecet, esta final ha servido para separar a los niños de los hombres.

Me quedo con el momento en el que, una vez conseguido el anillo, nada más acabado el partido decisivo, Dirk Nowitzki se fue sólo a los vestuarios a disfrutar durante unos minutos la victoria en soledad. Sólo él sabrá todo lo que ha significado conseguir a los 32 años este ansiado título. Lebron optó por el atajo para conseguir el título, pero no lo consiguió. Dirk sólo ha conocido un equipo en sus 11 años en la NBA y por fin lo ha conseguido; él no siguió el camino fácil como Lebron (cambiarse al teórico mejor equipo), el alemán supo rehacerse de aquella dolorosa derrota y seguir fiel a su equipo y pelear hasta conseguir el merecido premio.

Me alegro por los Mavericks, y por el alemán Dirk Nowitzki, el MVP de las finales de 2011.

jueves, 9 de junio de 2011

Estrés

Llevo una época muy estresado en el trabajo que me impiden escribir más a menudo en este blog. Últimamente estoy teniendo ocurrencias graciosas, que por falta de tiempo, no he podido plasmar aquí. Ni siquiera tengo tiempo para encordar la raqueta a un amigo que la necesita para este sábado.

Un abrazo, Miguel; y enhorabuena por tu reciente paternidad...Tomás va a ser tenista, seguro (y mejor que su padre).

martes, 7 de junio de 2011

Rafael Nadal y Vetusta Morla

Cómo un nadalista como yo no le iba a dedicar un post a Rafael Nadal, cuando el manacorí acaba de ganar su sexto Roland Garros. Poco añadiré sobre todo lo que se ha hablado y escrito sobre la final, aunque sí quiero hacer especial mención a tres momentos claves en dicho partido:

- La espectacular remontada del primer set, en el que Rafa fue capaz de frenar al vendaval suizo levantando un 2-5. Parte de la grandeza de Nadal viene de momentos como ese, es lo que diferencia a un gran jugador de una leyenda... cómo echaremos de menos a Rafael cuando se retire.

- El momento del parón momentáneo debido a la lluvia fue genial, e incluso arrealista (un saludo, señor náuGrafo). Ver cómo se cruzaban los dos rivales en los vestuarios esquivando cualquier contacto visual, me hizo entender la tensión que se tiene que vivir en un momento así. Vale que son amigos y que se quieren mucho, pero en ese momento eran como dos soldados de ejércitos diferentes que lo único a lo que aspiran es eliminar al oponente. Qué imagen! Ni una sonrisa, ni un guiño, ni un gesto amable; en ese momento se tenían que sentir como enemigos íntimos.

- En el cuarto set, cuando Federer venía de ganar el tercer set y su moral estaba por la nubes, Nadal fue capaz de remontar un 0-40 que fue clave para el devenir del set y, a la postre, del partido. Mucho se habla de la fuerza mental del español; detalles como éste justifica dicha fama. Roger, tras no aprovechar esas tres bolas de break, recordó a quién tenía delante y acabó perdiendo 6-1.

PD: muchas gracias, Huesitos, por el disco que me has regalado! Bravo Vetusta Morla! No puedo dejar de escuchar la canción número 10, me parece brutal. Muy recomendable el nuevo disco, titulado "Mapas".

domingo, 5 de junio de 2011

Tenistas "low cost"

Roland Garros llegan a su fin y me hubiera gustado escribir algo más sobre lo que ha ido ocurriendo durante el torneo, pero por circunstancias personales no me ha sido posible. Hacía días que quería escribir algo sobre el increíble partido de octavos de final que jugaron Albert Montañés y Fabio Fognini. Lo que se vivió en en aquel partido fue algo difícilmente repetible.

Se enfrentaban dos jugadores en busca de su logro más importante como tenistas profesionales: una victoria les suponía llegar a los cuartos de final de todo un Roland Garros. De ahí que en momentos clave del partido, se pudiera palpar el nerviosismo y la tensión que estaban padeciendo ambos jugadores. Pero lo gordo llegó en el quinto set; el español iba ganando 6-7 y 15-30 en la quinta manga cuando al efectuar un primer saque el italiano, su cuadriceps dijo "basta ya" y Fognini se quedó totalmente inmovilizado en el fondo de la pista sin poder moverse. Todo parecía indicar que se trataba de calambres o algo más, así que el fisio hizo acto de presencia. Tras varios minutos de desconcierto, en los que el público desconfiaba de la lesión en medio de abucheos, el partido se reanudó.

Era evidente que la lesión del Fognini iba en serio, ya que el jugador italiano apenas podía moverse y empezó a cometer faltas de pie cada vez que sacaba. Aún así, se rehizo y fue capaz de empatar a 7. Parecía inexplicable, pero a base de cañonazos, el transalpino seguía vivo. El español se empezó a poner nervioso y no era capaz de mover a su rival de un lado a otro de la pista y se le empezó a encoger el brazo lanzando todas las bolas al centro. El italiano supo aprovechar los regalos del español e increíblemente fue capaz de ganar el quinto y definitivo set por 11-9 a base de golpes arriesgados y ganadores. El partido fue surrealista...jamás había visto un partido con tantas faltas de pie en el saque, en este caso, debido a la lesión que le impedía hacer el gesto del saque de una forma natural.

El público acabó dividido entre pitos y aplausos, entre los que creían que había sido una sucia artimaña del italiano para romper el ritmo del partido y los que pensaban que habían sido testigos de una victoria heroíca. El bueno de Albert dio la mano a su rival y se fue a los vesturios totalmente resignado...poco después llegó a admitir que de 100 partidos así, gana 99...pero en esta ocasión le tocó perder la oportunidad de su vida.

En el transcurso del partido, el locutor Tomás Carbonell, llegó a definiri a Albert Montañés como un tenista "low cost", pero dicho desde el mayor de los respetos. A lo que se refería Carbonell era que Montañés representaba al "currelas" del tenis y que simbolizaba el triunfo del tenis de ranking medio. También añadió que era un ídolo para todos aquellos tenistas de clase media que luchan por salir del anonimato en busca de algún triunfo en un torneo menor o alguna machada en un Grand Slam, como lo era en esta ocasión llegar a los cuartos de final de Roland Garros.

Al terminar el partido, me metí en la noticia del diario deportivo Marca sobre este partido y leí los comentarios de los lectores de la edición web de este periódico. La mayoría de los comentarios tildaban al bueno de Albert de perdedor y cobarde....Os aseguro que sentí asco por todos esos comentarios porque me parecieron tremendamente injustos. Yo soy de los que pienso que una persona que llega a este límite de exigencia, en este caso deportiva, jamás puede llegar a ser considerada un perdedor....un tenista que está disputando los octavos de final de un Grand Slam, es decir, que está en esos momentos entre los 16 mejores del mundo y...a uno se le ocurre escribir desde su plácido sofá que Montañés es un perdedor...de verdad, me parece patético. Habría que ver que exitosas vidas que tienen las personas que se atreven a escribir ese tipo de comentarios. Ojalá que todos nosotros fueramos capaces de aplicar a los distintos ámbitos de nuestras vidas, ese grado de esfuerzo y superación que día tras día demuestran estos tenistas "low cost"...seguro que a nuestro país le iría mucho mejor.