sábado, 4 de septiembre de 2010

Hay cosas que nunca cambian

No le admiraba, más bien todo lo contrario, me caía extremadamente antipático, pero aún así formaba parte de los muchos recuerdos de mi infancia. Era el enemigo deportivo, el ciclista rebelde y maleducado, el arrogante al que deseabas verle derrotado, incluso humillado como en aquella contrarreloj de Luxemburgo... aún así no he podido evitar sentir un triste escalofrío cuando me he enterado de la desgraciada noticia: Laurent Fignon ha muerto esta semana a causa de esa jodida enfermedad. La misma que, hoy mismo me he enterado, padece Michael Douglas; lo cual me ha recordado que también el cáncer se llevó por delante a otro actor de mi infancia, Patrick Swayze.

Siento una tristeza especial cuando desaparecen símbolos de mi niñez, porque cuando eres niño tienes la sensación de que el tiempo no pasa, es más, te sientes inmortal. Quizás por ello, hoy necesitaba sentir que hay cosas que siguen igual pase lo que pase... y gracias al partido de baloncesto que he visto hoy, he podido comprobar que siguen existiendo esas cosas que nunca cambian, como lo es el hecho de que Juan Carlos Navarro sigue siendo un fuera de serie y la peor pesadilla de cualquier griego. Estoy seguro que Andrés Montes habrá disfrutado con su partidazo, allá donde esté, y probablemente haya exclamado su mítica frase: porque la vida puede ser maravillosa.

3 comentarios:

  1. Admiro a lo grandes deportistas, y por gran deportita entiendo, además de su entrega al deporte, su calidad humana. Eso diferencia a unos de otros. Cuando en el plano tenístico se habla de McEnroe como un gran talento, negarlo sería de necios, pero un hijo puta como una catedral dentro de la pista también era... Vamos, que uno debe ganar, además de con la raqueta, con honradez no por acojonamiento del contrario o del juez de silla o de línea. Esos arrebatos ponen de manifiesto lo que uno es: un tipo violento, chulo e intratable.
    De Fignon se dice que tenía malas pulgas, tal vez un rebelde sin causa, pero yo le recuerdo en aquella época dorada de Delgado y nos regaló momentos históricos. En aquella época era una estusiasta del ciclismo.
    Independientemente de que se trate de un personaje conocido, las muertes prematuras siempre son sentidas de especial manera, y desgraciadamente el cáncer y el SIDA siguen siendo grandes retos de la medicina a día de hoy.
    Deduzco que España venció a Grecia (desde la España de Carmelo Cabrera y Corbalán no he vuelto a ver baloncesto, fíjate si ha llovido desde entonces). Verdaderamente, con el mal comienzo que ha tenido, Montes hubiese gozado de tal remontada camino de la final como un niño chico, sin duda.

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  2. El primer comentario después de más de 1 mes sin escribir; muchas gracias! Veo que, como el título, hay cosas que nunca cambian, y una de ellas es que todavía me hace mucha ilusión cuando alguien comenta algo que he escrito... es muy reconfortante. Y eso que ayer me sentía muy oxidado a la hora de escribir y no sabía muy bien como explicar lo que quería dar a entender... qué difícil me resulta poner palabras a mis pensamientos, por eso considero que es un buen ejercicio escribir en un blog.

    Entiendo que te metas con la madre de McEnroe jejeje, pero estarás conmigo que este tipo de deportistas tienen algo atractivo que les hace especiales. A McEnroe le incluiría en una lista de "chicos malos" del deporte junto Eric Cantona, Leyton Hewitt, Dennis Rodman, Roy Keane, Laurent Fignon... todos ellos con tanta calidad como malas pulgas, pero que con el tiempo les acabas cogiendo cariño. Prueba a buscar en youtube alguna de las broncas de McEnroe con los jueces de línea, puede que te hagan esbozar una sonrisa ;-)

    Saludos!

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  3. Reconozco que todos esos "canallas" atraen bastante, sí. Será por aquello de genio y figura. Pero mira, no se me olvida esa imagen de Federer llorando como una magdalena tras perder su Wimbledon 2008 y aquella frase demoledora en un luchador nato: "Esto me está matando", y a ese Nadal echándole el brazo por el hombro... En fin, es que soy muy sentimental y a la hora de la verdad me quedo con los buenos chicos y los señores en el campo. La adrenalina que descargué con el gol de Iniesta que no dio el mundial de fútbol, con la de palos que nos estaban dando esos cabrones... salté, les dije de todo... "¡Venga, ahora, con los minutos que quedan, a ver quien de los matoncillos demuestra tener los mismos cojones que Iniesta!", porfiaba yo frente al televisor. Y claro, no los tuvo ninguno. ¡Guarros! En el deporte los guarros y los violentos despiertan lo peor de mí jajajajja.
    Y de McEnroe, youtube me refresca la memoria, porque ya soy lo suficiente mayor como para haberlo presenciado en vivo y directo cuando televisaban sus partidos. Claro, era una niña, pero los recuerdo porque el tenis me ha gustado de siempre y McEnroe ere uno de los grandes, como lo fue Fignon.

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