sábado, 6 de marzo de 2010

Spotify

Spotify me recuerda que me daría miedo ser rico. Pero no sólo eso, ver a los niños de hoy en día a los que ningún regalo les hace ilusión, también me da mucho miedo. Descargar películas por internet me produce el mismo efecto, al igual que comprarme un capricho del que me "descapricho" a los pocos días.

Yo no soy rico y aunque admito que la idea de serlo es seductora, también he de admitir que me aterra. Obviaré las muchas ventajas de estar forrado para centrarme en su principal desventaja, que no es otra que el alto riesgo de pérdida de ilusión. Me daría pánico que ya no me hiciera ilusión conseguir una buena localidad para ver la final de un Eurobasket, o darme el capricho de gastarme 80€ para ver un concierto de U2, o tener ilusión por ir algún día a Roland Garros o Wimbledon... o ver el 7º partido de una final NBA entre los Celtics y los Lakers... por no hablar de ese portátil ultra-plano y precioso de diseño que nunca me compraré porque me parece demasiado caro, y aunque no sea un precio prohibitivo, mi moral o educación me dirá que me compre el otro ordenador con mejor calidad-precio pero un poco más feo de diseño.

Con Spotify me entran esas peligrosas sensaciones, las de tener posibilidad de poseerlo todo y, precisamente por ello, no valorarlo. Hace ya unos cuantos años era un loco de la música y me apasionaba comprarme el último cd de mi grupo favorito, o descubrir nueva música en mi tienda favorita, Planet Rock (que por supuesto, ya cerró). Recuerdo que eran mis 18€ mejor invertidos (3.000 pelas, antes del euro) ya que suponía un tesoro para mí. Cuando lo metía en la mini-cadena, lo oía una y otra vez hasta conseguir que aquella canción menos agraciada terminara por gustarme. Siempre estaban las 2 ó 3 canciones estrella, pero yo era de los que pensaba que las 11 canciones del disco merecían su atención, todas tenían derecho a su oportunidad de ser esa cancioncilla que se te cuela en el cerebro y no puedes dejar de tararear... pero la mayoría de ellas, con el tiempo, pasaban al olvido. También hubo grandes descubrimientos, gracias a esa pequeña dosis de paciencia, que aún perduran en mi recuerdo.

Para los que no conozcan Spotify, simplemente diré que es un programa mediante el cual tienes acceso a toda la música que quieras de una forma gratuita e instantánea. Es un invento maravilloso, pero hace que desprecie lo que hay detrás de cada canción; muchas veces soy incapaz de escuchar un tema entero porque al rato me viene a la cabeza otra canción y hago click en ella. Cuando entro en esa espiral de zapping musical, me acuerdo de otros tiempos en los que escuchaba en la radio una canción que conseguía mal-grabar en una cinta de cassette; al poco tiempo se convertía en un pequeño himno para mí, y una vez transcurridos 2 meses, me animaba a comprar el cd donde aparecía acompañada de 10 canciones-basura, a las que dedicaría mi tiempo para tratar de comprenderlas con un resultado más bien pobre.

Si fuera rico, el mundo se transformaría en un Spotify a lo bestia, un Spotify en el que podrías tener todo lo que quisieras al instante. Al igual que yo ahora paso de una canción de REM a otra de Radiohead, para terminar escuchando a The Cure; si tuviera acceso a ese Spotify a lo bestia, pasaría de un Aston Martin a un Ferrari, para terminar probando un Bentley... por poner un ejemplo automovilístico.

Hoy en día, si escucho una canción nueva que me gusta no tengo más que buscarla en Spotify y, aunque resulta muy cómodo, le resta magia e ilusión. Pierde su toque romántico... como aquella chica que te molaba en la adolescencia y que te volvía aún más loco porque pasaba de ti. Si esa tía te llega a decir "sí" la primera noche, se hubiera convertido en una Spotify Woman... supongo que con el Aston Martin pasaría lo mismo.

9 comentarios:

  1. Yo no me bajaría del Aston Martin, aunque el nuevo de cuatro puertas, no me gusta mucho. No, ese no me lo compraría. Jaja... Hace un par de años en Paris vi dos en la misma calle, y lo flipé más que si fueran míos. jajaja... De chicas no entiendo, yo soy un negacionista, abonado al no. jajajajaja.

    Me gusta recordar que antes fuimos mortales cada vez que me conecto a internet, y lo gozo el triple. Y como nada es perfecto, el Spotify tampoco, que no te deja escuchar a Led Zeppelin, por ejemplo.

    ResponderEliminar
  2. Tú lo has dicho, cuando viste esos 2 Aston Martin en París lo flipaste más que si fueran tuyos...

    Ni Led Zeppelin, ni Beatles, ni Oasis... si es que aunque fueras el más rico del mundo, siempre habría algo que no podrías comprar con dinero jejeje

    ResponderEliminar
  3. Yo creo que siempre tenemos alguna ilusión, aunque se cambien constantemente.

    Quiero decir que por culpa de internet tienes el "Spotify", pero a su vez te aporta (mejor dicho NOS aporta) la posibilidad de tener un blog.
    Leer vuestros blogs es una de mis ilusiones cuando llego a currar a la mañana. ¿Por qué no, escuchando la canción que me dé la gana en "spotify"? Cambio la ilusión pero no la sensación interior.

    Bufff empiezo a complicarme...y yo no soy "cont" ni "náugrafo"...jejeje

    bueno fllacar escucha la canción "la rosa de los vientos" de mago de oz en spotify. Presta atención a la letra. Eso es l oque hay que hacer!!!

    saludics

    ResponderEliminar
  4. Acabo de oir la canción que comentas y... aunque te aseguro que la he escuchado con esmero y cariño, ummmm, cómo decirlo... no es mi estilo jejeje. De todos modos, gracias!

    ResponderEliminar
  5. la cancion es bonita pero sin más...la letra es la que me parece muy buena.
    Ya sabes que yo siempre he sido un poeta jajajaja

    Pat

    ResponderEliminar
  6. jamás había oido hablar de espotifai, pero por lo que he mirado, no creo dure mucho gratis, no? o sea que podrás seguir manteniendo tu ilusión y bajarte las canciones de la mula!

    Además siempre habrá muchas cosas que no podrás comprar con el dinero!! ¿acaso estás pensando en llegar al grupo 3 del ranking a base de sucios sobornos?


    huesitos

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo con Patgor; siempre tendremos alguna ilusión. Y no solo de las cosas que puedes conseguir seas rico o no sino por cosas en sí. No descargo las películas ni la música de Internet pero me hace mucha ilusión de comprar nuevo CD de algún-a artista que me gusta. Aunque, estoy contigo Fernando, que muchas veces encuentro que mayor de canciones en la CD son basura.
    Dmitry

    ResponderEliminar
  8. Huesitos,

    Subir al grupo 3 está tan caro que ni con sobornos...

    ResponderEliminar
  9. Dmitry,

    Siempro que voy a la Fnac acabo picoteando algún DVD ó CD...

    ResponderEliminar