¡Por fin!

En el 82 tenía 5 añitos y me acuerdo de Naranjito y poco más.

En el 86 vibré en la madrugada junto a mi padre con los goles de Butragueño para terminar llorando pocos días después con el penalty fallado por Eloy... aún recuerdo el nombre del portero belga que nos amargó esa noche, Jean-Marie Pfaff. Tampoco olvidaré el gol fantasma de Míchel contra Brasil y lo contundente que era Andoni Goikoetxea en la defensa.

En el 90 caímos en octavos contra Yugoslavia y en mi recuerdo quedó lo "macho" que fue Míchel apartando la cabeza en la barrera, propiciando el gol de falta de Stojkovic.

En el 94, cómo no, jamás olvidaré el codazo de Tassotti a Luis Enrique y el gol en el último minuto de Roberto Baggio. Especial mención a la gran oportunidad fallada por Julio Salinas. También me acuerdo de las perillas que se dejaron la mayoría de los jugadores españoles.

En el 98, Oruma nos amargó la fiesta y el pobre Zubi, al igual que otros grandes porteros, será recordado por su cantada contra los nigerianos.

En el 2002, un árbitro egipcio llamado Al Gandhour, nos robó el partido ante los coreanos. Recuerdo a Helguera desquiciado a punto de comerse al jodido árbitro. Por supuesto, difícil olvidar las camisas sudadas de Camacho.

En el 2006, aunque caímos en octavos ante Francia, ya se empezaba a vislumbrar un futuro ilusionante; de hecho la selección de ese año estaba compuesta por muchos de los jugadores que serían campeones de Europa 2 años después y del Mundo el 11 de julio de 2010. Por aquel entonces vivía en Madrid y ya se empezaba a notar un ambiente especial en las calles, promovido por diferentes canales de televisión; un sentimiento especial hacia "La roja" que se convirtió en éxtasis en la plaza de Colón cuando España ganó la Eurocopa en el 2008. Al margen de nuestra selección, mi otro gran recuerdo es el cabezazo de Zidane a Materazzi.

En el 2010... los goles de Villa, la frustración de Torres, el cerebro de Xavi, la magia de Iniesta, el coraje de Ramos, el golazo de Puyol, las paradas de Iker, la sangre de Piqué, la consagración de Busquets... la gran final, la dureza de los holandeses, el miedo que nos metió Robben, la patada de karate a Xabi Alonso, el gol "estilo Stamford Bridge" de Iniesta con su dedicatoria al malogrado Dani Jarque, las lágrimas del gran capitán y como no... su beso a la bella Sara Carbonero. Las celebraciones en Pamplona, Madrid, Barcelona, Zaragoza, Sevilla... París, Londres, Washington, Buenos Aires... el Empire State iluminado con la bandera española... Nadal ataviado como un hooligan de la selección... la camiseta de "La roja" con la estrellita sobre el escudo... Iker levantando la copa más bonita del mundo...

Por fin lo podemos decir, ¡España ha ganado el Mundial!