Hoy he caído eliminado en la tercera ronda de un campeonato social de tenis. No he jugado bien, no he estado centrado, no he sabido adaptarme al viento que hacía... he sido un justo perdedor. Al acabar el partido le he dado la enhorabuena a mi contrincante y me he sentado en el banco, reflexionando un poco sobre lo que había pasado. En ese momento estaba triste, necesitaba desconectar del tenis durante una temporada. Tras levantarme del banco, me he acercado a los 6 ó 7 espectadores que me han venido a ver (mi mujer, mi padre y algún amigo). También me ha dado pena por ellos, porque el partido ha sido malo de solemnidad, pero bueno, la entrada era gratis.
El otro día atendí en la oficina a un cliente mayor, con problemas de riego que le impiden andar más de 5 minutos seguidos. Parecía un buen hombre, aunque un pelín machista ya que apenas le dejaba hablar a su mujer. Ella solía tener razón en sus apreciaciones, pero él no paraba de corregirla y le mandaba callar continuamente; yo me mantenía al margen ante tal disputa. El hombre me comentaba que cuando salía a caminar, buscaba continuamente referencias para poder sentarse; una parada de autobús, un banco, cualquier lugar donde poder sentarse tras 5 minutos de fatiga extrema.
Tras el partido de hoy, me he quedado hablando con un amigo de este maravilloso mundo del tenis para domingueros. Él cayó eliminado ayer, así que sabía muy bien lo que yo sentía en esos momentos. Enseguida nos hemos venido arriba y sé que pronto volveremos a dar guerra; quedan muchos retos por afrontar.
En casa, he comido con mi mujer y me ha comentado lo maravillada que se ha quedado viendo el gran grupo de amigos que hemos creado alrededor del tenis; siempre apoyándonos en las derrotas y felicitándonos en la victorias, yendo a ver el partido importante del amigo, enfrentándonos entre nosotros, intercambiando nuestras chapas tenísiticas... en definitiva, disfrutando como niños, cosa difícil de conseguir en los tiempos que corren hoy en día.
Tras el partido, después de hablar con el amigo sobre nuestros futuros retos tenísticos, he cogido el coche para ir a comer a mi casa. En el trayecto, he visto gente conocida...el sábado por la mañana es un día propicio para ello. Por ahí andaban paseando una compañera de trabajo con su madre y sus dos hijas, el organizador del torneo del que hoy he caído eliminado (al que he saludado desde mi coche), una vecina que iba en su vehículo junto a sus dos hijos... y, casualidades de la vida, he visto caminando al entrañable señor machista que sólo puede andar 5 minutos seguidos.
El hombre llevaba una chaqueta naranja y yo estaba parado en el semáforo, ensimismado en mi derrota. El señor ha cruzado el paso de peatones muy despacio y nada más llegar al otro lado de la acera, a unos 10 metros, había una parada de autobús. El anciano, muy lentamente, se ha ido acercando a dicha parada y cuando ha alcanzado su objetivo, se ha sentado para descansar. Esa imagen me ha generado tristeza ya que el hombre estaba sentado sólo, agotado y se le veía tristón, pensando quizás en lo duro que es envejecer.
El semáforo se ha puesto en verde y en ese momento ya no estaba ensimismado en mi derrota. He pisado el acelerador y he olvidado que hoy he caído eliminado... eso ya no tenía ninguna importancia.
Tu entrada de hoy es el fiel reflejo del espíritu deportivo, un espíritu que deberíamos compartir todos en la vida, ¿qué es la vida sino un duro deporte que suma triunfos y derrotas, desalientos y esperanzas? Y en medio de todo ello, la lucha (ese señor machista que camina cinco minutos y descansa, o ese esfuerzo por ganar, o por hacerlo bien aunque perdamos). Pero lo que más me ha gustado de hoy, además de ese sentimiento de empatía mutua entre quienes amáis este deporte, es este párrafo: "me ha comentado lo maravillada que se ha quedado viendo el gran grupo de amigos que hemos creado alrededor del tenis; siempre apoyándonos en las derrotas y felicitándonos en la victorias, yendo a ver el partido importante del amigo, enfrentándonos entre nosotros, intercambiando nuestras chapas tenísiticas... en definitiva, disfrutando como niños, cosa difícil de conseguir en los tiempos que corren hoy en día". No hay nada más gratificante en un empeño que el sentirse apoyado, animado, arropado. Es triste caminar sólo y tener que pararse cada cinco minutos a descansar sin más hombro en el que apoyarse que seguir caminando solo.
ResponderEliminarSaludos.
Fernando, tienes razón. Todo en vida es relativo. Estar eliminado de un campeonato para una persona es una derrota y poder caminar en la cancha de tenis por más de 5 minutos es una victoria para un otro :).
ResponderEliminar¡Genial post!
Saludos
PD. Pero ¿chaqueta naranja? ¿No sabe este señor que esta ropa ya se ha pasado de moda tras los años 50? Jeje.
Muchas gracias por tu comentario, Patio. Me ha resultado muy enriquecedor y me parece el complemento perfecto a este post. Has sabido expresar muy bien lo que quería dar a entender.
ResponderEliminarGran comentario, sí señora!
Abrazos.
Me alegro que te haya gustado el post, Dmitry.
ResponderEliminarLa verdad es que la chaqueta naranja me ha parecido enternecedora; no le pegaba mucho, incluso le quedaba un poco grande...qué pena no haber sacado una fotografía. Esa chaqueta le daba un toque especial al hombre, no sé muy bien cómo explicarlo.
Un abrazo.
PD: ahora que me doy cuenta, esa chaqueta tiene un toque "Kubrickiano"... por aquello de dos de sus más grandes películas: la CHAQUETA metálica y la NARANJA mecánica...
Fernando, tengo decir que no conozco bien las películas de Stanley Kubrick. Hay que encontrar tiempo para ver algunas.
ResponderEliminarSaludos.
lagrimica...
ResponderEliminarDmitry,
ResponderEliminarKubrick era un genio, un poco pirado, pero un genio...te recomiendo que saques algo de tiempo para él ;-)
Gorka,
Pues prueba a leerlo con alguna canción de Vetusta Morla, de las tristes que tiene...yo escribí este post escuchando el último disco de ellos...
Abrazos,
Fer.
buff, no que estoy mu sensible jeje
ResponderEliminarBy the way, tellamau sin más, mañana me voy de Semana de vela con los niños, así que ya te llamaré desde allá.
Saludics
PD: Esto es el messenger, no?? jajajaja
Fernando,
ResponderEliminarGracias por la sugerencia sobre las películas de Kubrick. Para serte franco he oído mucho de sus películas (su nombre es muy bien conocido en EE.UU) pero no creo que vi ni una. Y seguro que voy a buscar por lo menos una pelicula para conocer su estilo.
Saludos