Hoy no hablo de tenis, hoy hablo de baloncesto.
No soy fan de los Dallas Mavericks, aún así me he alegrado profundamente por el anillo de campeón de la NBA conseguido por esta franquicia. Creo que jugadores como Nowitzki, Kidd, Terry, Stojakovic y compañía, no merecían retirarse del baloncesto sin un triunfo de esta importancia. Este es un buen motivo para sentirse feliz por esta gran victoria; pero he de admitir que lo que más me ha llenado de satisfacción es ver cómo Lebron James ha vuelto a fracasar.
Pensar de esta forma puede convertirme en un mezquino, pero no me importa. Hacía tiempo que no sentía tal animadversión (me encanta esta palabra) ante ningún deportista; pero el chulesco James ha conseguido despertar en mí algo que jamás había experimentado...desear el mal ajeno (aunque sólo sea desde un punto de vista deportivo).
Hace 5 años, los buenos de Terry y Nowitzki tuvieron que sufrir en sus carnes una dura derrota en las finales de la NBA ante Miami Heat, los mismos ante los que se han vengado estos días. La travesía durante ese lustro ha sido dura para estos dos grandes jugadores, que tuvieron que aprender a competir contra sus rivales y contra los que les tildaron de perdedores. En aquella final al mejor de 7, ganaban por 2 partidos a 0 y en el tercero ganaban cómodamente en el descanso; finalmente se dejaron remontar ese tercer partido y acabaron perdiendo por 4 partidos a dos, con una exhibición de Wade, que acabó siendo el MVP de aquella final.
Este año tenían la oportunidad de vengarse ante los Heat, pero la misión parecía más complicada, ya que Nowitzki iba a tener que jugar todas la finales con una lesión en el dedo de su mano, y Wade contaba con la compañía de Lebron y Bosh, formando el Big Three más mediático de la historia del deporte. El fichaje de estas dos estrellas de la NBA dio mucho que hablar durante toda la temporada, siendo para muchos una forma de comprar el título...en cierto modo, era como haber juntado en su época a Bird y Magic en el mismo equipo. Esta operación le hizo ganarse a Miami muchos enemigos en EEUU y el resto del mundo; y no sólo por juntar a tanta estrella en un equipo, sino por el poco nivel humano de los tres, en particular de Lebron James.
En un de los partidos de las finales de este año, Nowitzki dio toda una exhibición con 38,5 grdos de fiebre para ganar el partido él solito en el último cuarto. Ante tan brillante actuación, se pudo ver a los angelitos Wade y Lebron mofándose del alemán en un entrenamiento posterior imitándole con la tos y gestos que se le vieron a Nowitzki durante el famoso encuentro. Estrellitas con Wade y Lebron, a mí no me dicen nada, sólo son dos egocéntricos y arrogantes jugadores de baloncesto, a los que gracias a su espectacular físico, no se les da nada mal jugar a este deporte; eso sí, inteligencia jugando, la justa. Se las prometían muy felices cuando se pusieron 2 partidos a 1, pero esta vez Terry y Nowitzki, los supervivientes de aquella final del 2006, pudieron acabar con sus demonios del pasado y vengarse ante el mismo enemigo, y de una forma parecida, remontando un serie que estaba cuesta arriba. Como he leído a Ramón Trecet, esta final ha servido para separar a los niños de los hombres.
Me quedo con el momento en el que, una vez conseguido el anillo, nada más acabado el partido decisivo, Dirk Nowitzki se fue sólo a los vestuarios a disfrutar durante unos minutos la victoria en soledad. Sólo él sabrá todo lo que ha significado conseguir a los 32 años este ansiado título. Lebron optó por el atajo para conseguir el título, pero no lo consiguió. Dirk sólo ha conocido un equipo en sus 11 años en la NBA y por fin lo ha conseguido; él no siguió el camino fácil como Lebron (cambiarse al teórico mejor equipo), el alemán supo rehacerse de aquella dolorosa derrota y seguir fiel a su equipo y pelear hasta conseguir el merecido premio.
Me alegro por los Mavericks, y por el alemán Dirk Nowitzki, el MVP de las finales de 2011.
Fernando, admito que no miraba los finales de NBA. Como dije en mi comentario en mi blog estoy tan ocupado en mi curro que tengo que elegir cuidado que programas y deportes puedo ver. Aunque seguí los finales de NBA en noticias de tele y vi entrevistas y discusiones. Y a mi tampoco me gusta Lebron James :)
ResponderEliminarDurante últimas semanas sigo con mucho interés (obviamente) los finales de NHL (hockey) y mañana (u hoy cuando lees este comentario) tendrá lugar el séptimo y juego final. Muy importante para todos en Boston porque la última vez Bruins (nuestro equipo) ganó Stanley Cup fue ¡hace 40 años!
Siendo que este blog es de Nadalista me gustaría compartir algo que me parece interesante. Acaban de estrenar un documental “McEnroe/Borg: Fire and Ice” en el canal televisivo HBO. Este documental se trata sobre la rivalidad entre John McEnroe and Bjorn Borg en los años 70 y 80. El documental también cuenta como ambos tenistas empezaban sus carreras de tenis. Sumamente interesante documental. Aquí yo recibo HBO Latino (en español) y pensé que tal vez tú puedes ver este programa también.
Un abrazo.
Me encantaría, y mucho, ver ese documental sobre Borg y McEnroe...a ver si lo consigo.
ResponderEliminarPor cierto, acabo de leer en el blog "el punto G" (lo puedes visitar a través de mi listas de blogs favoritos), una información sobre Lebron James que me ha hecho reflexionar...recomiendo su lectura.
Un abrazo
Ah! Se me olvidaba, mucha suerte para los Bruins!
ResponderEliminarEs que a mí el blog si no habla de tenis... como que ya no me va... ya sabes lo que quiero decir jajajajaj
ResponderEliminarSaludics Fer, espero que estés desestresaU. Yo ya un poquico mejor.
Hablams